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Un cuento chino:

La Dirección de Inteligencia y Migraciones lograron desbaratar una red de tráfico de personas que utilizaban a ciudadanos chinos.

La frase con la que lograban engañarlos era : "en Occidente hay una nueva vida". Se les ofrecía un buen trabajo aquí en nuestras tierras, se les tramitaban las visas y se les cobraban entre U$ 7.000 y U$ 10.000.

Pero al llegar a Uruguay se encontraban con que ese empleo nunca existió, y en muchos casos luego de obtener la residencia legal en nuestro país eran llevados mediante engaños nuevamente hacia países como Estados Unidos.

El consulado uruguayo en Shangai sospecho el movimiento y en conjunto con las autoridades chinas logro contactarse con esos ciudadanos ya alojados en pensiones y precarios apartamentos de nuestra capital.

A pesar de todo lo ocurrido estas cuatro personas pudieron volver a sus hogares sanos y salvos, pero con una gran desilusión.